Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Romanos 1:21
Hace unos años, un equipo de médicos realizó un estudio sobre la depresión, como parte de las conclusiones crearon una escala donde se le asignaban valores a algunas de las situaciones a las que nos vemos enfrentados en la vida, por ejemplo, un divorcio es equivalente a 30 pts, un despido 45 puntos, muerte de un cónyuge 50 pts y la muerte de un hijo 75 pts, algo alarmante sobre esto es que, según el estudio, cualquier persona que llegue a los 300 pts puede morir de tristeza ¿imposible? No lo creo, he visto a una persona muy cercana ser minada por este mal, y en cuestión de años ha cambiado radicalmente, pero lo que más me preocupa es que muchas de estas situaciones y otras igualmente dolorosas las tendremos que enfrentar tarde o temprano ¿estamos condenados a vivir deprimidos, moriremos de tristeza ante las situaciones diarias, existe algo más poderoso que este mal?
Según el libro de Romanos, el ser humano conocía a Dios sabía de su existencia, pero no le glorificó como a Dios, si no que se llenó de cosas vanas, cuando estamos en problemas económicos no le buscamos si no que trabajamos más horas, buscamos otro trabajo, cometemos delitos, en lugar de buscarlo, Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño. Salmo 127: 2, no importa cuanto trabaje, las carreras que estudie, sus títulos, sus posesiones, Dios nos dice que eso no nos va a hacer sentir mejor, que eso es vano y está demás, que Él da a sus amados aún cuando duermen.
No solo la rutina y el ritmo del día a día nos pueden llevar a la depresión, están también los problemas, pero, tendemos a pensar que los problemas que tenemos son a causa de alguien más o una prueba que Dios no pone ¿cuántas veces nos hemos hecho responsables de nuestras malas decisiones? … se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Dios nos pide que seamos prudentes, que pidamos sabiduría, pero pensamos vanamente y nos sentimos mal por los resultados que debemos sufrir.
Existen muchos detonantes para la depresión, que nos harían hablar del tema por horas, pero la principal razón es que Dios nos creó con grandes necesidades, con un vacío que solo Él puede cubrir, pero ¿si es el Dios del universo, hay algo que yo pueda darle? Claro que Él espera algo de mí, espera que le glorifique como a Dios, como al creador, yo soy una criatura suya, entonces debería agradecer por mi existencia, por su gracia sin igual, por su sacrificio en aquella cruz, mi vida debería ser un poema de gratitud a su majestad, las personas deprimidas son personas desagradecidas, y no hablo de pensar en que hay personas que pueden estar peor que yo, hablo de que quien no escatimó en dolor en el Calvario no va a escatimar felicidad para mí, Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Salmo 42:1, el salmista sabía que necesitamos de Dios, él estaba en el desierto con sed, pero eso no era importante, Oh Dios! Mi lengua tiene sed, pero eso no importa, lo importante es que mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
Hoy, cuando sienta la necesidad de sumergirse en el charco de la compasión por usted mismo, pídale a Dios que llene su corazón y verá como de su interior correrán ríos de agua viva.